Es cierto que esta receta aparece en más de una página web
(no sé si exactamente con estos ingredientes), lo que sí sé es que suelen
utilizar una taza de desayuno, por lo que el resultado es un poco más feo. De
esta manera la presentación es un poco mejor, por lo que nos puede sacar de
apuros en esas ocasiones en las que tenemos visitas inesperadas.
Con estas cantidades sale un bizcocho bastante curioso de
tamaño, pero es que siempre que lo hago tengo ayudantes a la hora de hincarle
el diente.
Por cierto, nota mental, autoregalarme una cámara decente, las fotos no son demasiado bonitas, espero que al menos sean explicativas.
INGREDIENTES
- 8 cucharadas de harina.
- 8 cucharadas de azúcar.
- 4 cucharadas de cacao en polvo.
- 2 huevos.
- 6 cucharadas de leche.
- 5 cucharadas de aceite.
- Azúcar glass.
En un bol apto para microondas introducimos en primer lugar
los ingredientes secos, es decir: la harina, el azúcar y el cacao. Después
añadimos los huevos, removiendo hasta que estén totalmente incorporados en la
mezcla. Por último echamos la leche y el aceite, creando una masa homogénea.
Es el momento de meterlo al microondas, depende
fundamentalmente del tipo de recipiente que se utilice, si tiene una base más
ancha, se tardará menos en hacer, pues el bizcocho será más bajo. Cuanto más
alto, más tiempo.
Yo utilicé el bol que veis en las imágenes, y estuvo en el
microondas aproximadamente 5 min a 1000 Watt.
Es fácil comprobar cuando está hecho el bizcocho, lo
pinchamos con un palillo y si sale limpio está listo para salir del microondas.
Una vez hecho, lo ponemos en una bandeja o plato y adornamos
con lo que nos apetezca, en este caso azúcar glass.
Como he dicho este bizcocho lo utilizo cuando no tengo ni ganas ni demasiados ingredientes, pero se puede echar a la masa y a la
decoración lo que más nos apetezca: trocitos de chocolate, frutos secos…